Estella-Lizarra, descanso del Camino de Santiago



Estella-Lizarra
Estella-Lizarra, la ciudad más importante de la Navarra Media occidental, se asienta en un gran meandro del río Ega, el cual se abre paso entre las montañas que la rodean. La ciudad es un lugar de descanso en el Camino de Santiago, un lugar donde disfrutar de su gastronomía, su historia, sus monumentos, su comercio y sus gentes.
Arquitectura románica y gótica
La ciudad de Estella-Lizarra se nutre de iglesias como las de San Pedro de la Rúa, San Miguel, San Juan y también de Hospitales, que dejan entrever la importancia que tiene la presencia del peregrino. Además, el peregrino puede descansar en el albergue municipal, con capacidad para 96 personas.
Iglesia de San Pedro: es la iglesia Mayor del municipio. La portada es de la primera mitad del siglo XIII, de influencia árabe y con aportaciones románicas. La construcción del interior es del último cuarto del siglo XII. De este período es la cabecera del templo, formado por tres ábsides a los que se accede mediante una escalinata realizada en 1893.
Iglesia de San Miguel: la fecha más antigua de la obra original es de 1145. La iglesia actual pertenece a un románico tardío. Destaca su cabecera con triple ábside semicircular.
Iglesia de San Juan: situada en la Plaza de los Fueros, se construyó a finales del siglo XIII. Su fachada principal se reformó tras el hundimiento en 1846 de la torre campanario.
A Estella-Lizarra se puede llegar como peregrino tanto en bicicleta como a pie. Dentro del denominado "Camino Francés", Estella-Lizarra es el final de la quinta etapa, de 22 kilómetros, que comienza en Puente La Reina y continúa por Mañeru, Cirauqui, Lorca y Villatuerta hasta llegar a la "Ciudad del Camino".
Al final de esta etapa del Camino de Santiago, los peregrinos encuentran un precioso lugar de descanso antes de iniciar la sexta etapa, que la une con Los Arcos. Estella-Lizarra presenta un inmejorable entorno para poder hacer una larga parada, de más de una jornada, y poder adentrarse de lleno en la gastronomía, cultura y en la historia de la localidad.
La ruta jacobea, origen del comercio estellés
El desarrollo urbano de Estella-Lizarra tiene su origen en la ruta jacobea. Fue entonces cuando nació con fuerza el comercio, convirtiéndose en el motor de la ciudad. De hecho, Estella-Lizarra es una pequeña ciudad surgida por y para el Camino de Santiago. En ella se encontraban las economías complementarias de las zonas montañosas, criadoras de ganado y elaboradoras de sus derivados, explotadoras sostenibles de bosques, madera, etc., con las de las áreas más llanas, productoras de cereales, vino, trigo… Así nació un mercado que se celebra ininterrumpidamente los jueves desde hace más de 600 años.
Actualmente, el comercio sigue siendo la base de su economía. Se caracteriza por ser muy variado y de gran calidad, hasta el punto que Estella-Lizarra da cobertura a toda la comarca con una amplia oferta comercial y hotelera.
Gastronomía
El río Ega a su paso por Estella ha contribuido a proporcionar una gran fertilidad a su tierra, así se refleja en la gran variedad de verduras y hortalizas que llenan las mesas y que son la base de algunos platos típicos de la ciudad: las alubias pochas que se toman en verano antes de que se lleguen a secar, las alubias rojas (denominadas en Estella "calbotes"), etc.
Los pescados también enriquecen la dieta de los estelleses. Además de la trucha a la navarra, frita y con jamón, es muy típico el bacalao al ajoarriero, plato que se convierte en una de las estrellas de los concursos gastronómicos. En cuanto a las carnes, el plato característico es el cochinillo asado, que recibe el nombre de "gorrín".