"Conseguimos que el paciente deje de tener dolor de espalda y vuelva a practicar deporte"
Entrevista a Dr. Pablo Clavel, neurocirujano y fundador del Instituto Clavel
El avance en la cirugía de prótesis de disco lumbar o cervical, más conocida como ADR, supone una verdadera revolución en el tratamiento del dolor crónico de espalda, devolviendo a los pacientes, en unas pocas semanas, la completa movilidad de la articulación y la posibilidad de llevar una vida normal, incluida la práctica deportiva. El alto grado de especialización de su equipo médico, la excelencia en sus tratamientos más vanguardistas y contar con el primer escáner intraoperatorio O-arm® 2 de toda España han convertido al Instituto Clavel en el centro de referencia para estas intervenciones menos invasivas en la espalda. Hablamos con su fundador.
Ventajas médicas compartativas del ADR
Menos riesgo de lesiones y menos dolor
El abordaje es por vía anterior o vía lateral a la columna. De esta forma no se abre la musculatura de la espalda, evitando manipular ningún nervio con el consecuente riesgo de lesión nerviosa y disminuyendo dramáticamente el dolor postoperatorio.
Pleno movimiento de la articulación
La cirugía ADR permite conservar el movimiento completo de la articulación dado que no se fijan las vértebras, sino que se sustituye el disco dañado por otro nuevo artificial que tiene las mismas propiedades.
Sin cortes en el hueso
No se realizan osteotomías. A diferencia de la fijación, en la cirugía ADR no se practica ningún corte en el hueso que pueda producir desestabilización de la vértebra o una importante pérdida de sangre.
Menos estrés para el resto de la comuna
Se evita la degeneración del disco adyacente. Nuestra prótesis, al mantener el movimiento, evita la degeneración de los discos superior e inferior, a diferencia de la fijación o fusión que somete a un mayor estrés biomecánico a la columna.
O-arm® 2, el primer escáner de su generación instalado en España
El escáner intraoperatorio O-arm® 2 y el navegador stealth station S7 configuran un sistema pionero que permite navegar en tiempo real con datos de alta precisión proporcionando al cirujano durante la operación imágenes bidimensionales y tridimensionales de la anatomía del paciente.
Esto permite por ejemplo una colocación más exacta y precisa de los implantes utilizados en las cirugías de columna, lo que disminuye el riesgo de lesión nerviosa.
Además, con el TAC intraoperatorio realizamos un control por imagen antes de que el paciente salga del quirófano confirmando de esta manera la correcta colocación de la instrumentación lo que evita potenciales reintervenciones, aumentando así el nivel de seguridad para el paciente.
De la misma manera, con el O-arm® 2 conseguimos controlar en todo momento la resección de lesiones tumorales tanto de columna como del cerebro y el cráneo. Así logramos quitar de forma completa lesiones tumorales evitando que puedan quedar porciones de tejido tumoral no visibles de otra forma para el cirujano.
Con esta avanzada tecnología, los pacientes se benefician de una cirugía menos invasiva, más segura, una recuperación más rápida y una curación mayor.
-¿Por qué duele la espalda?
En nuestra espalda se aloja la columna vertebral, que está formada a su vez por la columna torácica, la columna cervical y la columna lumbar, siendo estas dos últimas las que más movimiento tienen. Con el paso del tiempo todas las articulaciones de nuestra columna se degeneran, y es en las diferentes fases de esta degeneración cuando puede aparecer el dolor. El dolor en general es lumbar o cervical cuando sólo existe degeneración del disco, pero puede ser también radicular (irradiado a un nervio cervical o lumbar) si la degeneración se acompaña de una hernia discal compresiva. En casos de degeneración produce dolor lumbar y en casos en los que se hernia el núcleo pulposo se produce una ciática.
-¿Qué pacientes acuden a su clínica buscando solución a sus problemas de espalda?
El dolor lumbar o cervical es muy habitual en las personas a partir de los 40 y 50 años, e incluso puede aparecer antes. Muchos sufren un dolor crónico producto del desgaste o degeneración de las articulaciones de la espalda. La degeneración discal es un proceso natural directamente relacionado con el envejecimiento. En el caso del disco intervertebral, éste va perdiendo su contenido en agua y con ello pierde parte de su capacidad biomecánica. La degeneración conlleva una debilidad en las fibras de colágeno con lo que aparecen roturas en las fibras del anillo. La degeneración discal suele ir acompañada también de un cierto grado de degeneración de las articulaciones interapofisarias (también llamadas facetas).
-¿Cuál es el tratamiento idóneo cuando aparece el dolor?
Cada paciente requiere su propio diagnóstico y tratamiento. En el Instituto Clavel nuestra apuesta siempre es la personalización y adaptación a cada caso, priorizando siempre el uso de los procedimientos menos invasivos. Cuando hablamos de intervenciones, la solución más frecuente o convencional es la de fusionar e inmobilizar las vértebras conocida como artrodesis. Sin embargo, gracias a los avances en la técnica quirúrgica, actualmente contamos con una alternativa más avanzada y eficaz: la cirugía de prótesis de disco intervertebral lumbar o cervical, o ADR (Artificial Disc Replacement). Desde hace años, en el Instituto Clavel realizamos este tipo de operación que, en lugar de fusionar e inmobilizar las vértebras, sustituye los discos degenerados por discos artificiales que mantienen el movimiento de las vértebras y tienen capacidad de absorción del impacto habitual. Aconsejamos operaciones quirúrgicas cuando el dolor lumbar o lumbociático se ha cronificado y no mejora con ninguna terapia menos invasiva. También cuando la calidad de vida del paciente se ve limitada por el dolor.
-¿Qué mejoras experimentan los pacientes tras someterse a una cirugía ADR?
En muchos casos la mejoría es cuasi inmediata al quitar el disco afectado y sustituirlo por uno nuevo que devuelve el movimiento normal y fisiológico a la columna. Estas prótesis de disco, al igual que el disco natural, presentan además capacidad mecánica de absorción de carga e impacto. Esto hace que tras la operación se pueda volver a practicar todo tipo de actividad deportiva.
-¿Esto no ocurre con la cirugía tradicional o artrodesis?
En la cirugía de artrodesis o fusión está demostrado que tiene lugar una sobrecarga mecánica de los discos adyacentes al operado, lo que a corto y medio plazo conlleva a la degeneración de los mismos y frecuentemente a una nueva intervención. Por este motivo, en la mayoría pacientes intervenidos de artrodesis, se desaconseja la práctica deportiva.
-¿Cómo es el postoperatorio? ¿Requiere mucho reposo?
Nuestros pacientes reciben el alta en dos o tres días después de la intervención y abandonan el hospital prácticamente sin dolor. En el caso de la cirugía ADR cervical el paciente puede incorporarse a su actividad laboral a las dos semanas. Y en el caso de la cirugía ADR lumbar el tiempo aproximado suele estar entre las 4 y 6 semanas.