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En conjugar la asistencia médica con la docencia universitaria, una metodología que impartimos en el Hospital Universitari Sagrat Cor. Requiere una vocación donde dedicas unas 10 horas al día a conocer los últimos avances y su aplicación correcta. Hoy en día, la dermatología en un mes puede modificar nuestra estrategia terapéutica.

 

Efectivamente, aquí está el peligro. La medicina protectora y la falta de experiencia pueden llevar al dermatólogo a solicitar exámenes innecesarios y en ocasiones a caer en el error por un artículo que ha leído fuera de toda lógica asistencial. El avance más significativo es la correlación clínico-patológica, tanto en enfermedades inflamatorias como tumorales. Los errores en dermatología son frecuentemente la mala interpretación de un test o una clínica engañosa. Es en la correlación entre ambas donde se consigue el diagnóstico y el tratamiento idóneo personalizado.

 

La rosácea es sin duda un desafío terapéutico, ya que cada paciente presenta unos parámetros diferentes que detectamos mediante un interrogatorio bien dirigido. Hoy en día disponemos de nuevas moléculas tópicas y orales, además de diferentes láseres vasculares. En la psoriasis, destacaría la llegada de los nuevos tratamientos biológicos. Desafortunadamente, su alto coste nos obliga a saber manejar con eficacia los otros tratamientos clásicos.

 

En muchas ocasiones los diagnósticos son incorrectos y se confunden uñas traumáticas con onicomicosis. Si se confirma el diagnostico de micosis ungueal, disponemos de tratamientos orales, tópicos coadyuvantes con luz láser con buenos resultados a diferencia de antaño. En las alopecias igualmente son frecuentes las falsas alarmas y debemos precisar lo que es normal de lo que es patológico. En caso afirmativo, debemos precisar las expectativas de mejoría. Nuestras opciones terapéuticas deben estar bien dirigidas. Actualmente a excepción de las alopecias cicatriciales se consiguen buenos resultados.