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Nuestra experiencia como abogadas es muy importante en las mediaciones complejas, especialmente en los conflictos civiles y mercantiles a los que normalmente los clientes vienen acompañados de sus abogados. Nuestra formación jurídica nos ayuda a comprender mejor el conflicto, y dar una mayor tranquilidad y seguridad al cliente. Aún así también por supuesto creemos que es importante que haya mediadores provenientes de otras profesiones con enfoques distintos del conflicto.

 

Si bien es cierto que la mediación familiar quizá es la más conocida, creemos que se debe destacar un campo donde se pueden resolver muchas cuestiones a través de la mediación, que es el ámbito mercantil. Las empresas, a menudo, se encuentran con un sistema judicial que no responde a sus necesidades de urgencia en la resolución de sus conflictos. La mediación es una respuesta eficaz para ellas, no solo para sus conflictos externos con otros operadores sino también para solventar los conflictos que se desarrollan en su seno, ya sea entre los socios (en sociedades cerradas o familiares) entre empleados, entre distintos departamentos, etc. La mediación es más participativa, más rápida y, sobre todo, más confidencial.

 

Al igual que con particulares, los acuerdos a los que se llega en una mediación –al haber estado pensados y acordados directamente por las partes– tienen un mayor índice de cumplimiento y satisfacción. Fíjese que incluso si las partes no llegan a un acuerdo de mediación, salen más reforzadas por el mero hecho de haber podido hablar del conflicto con la otra parte. Nuestra experiencia en este ámbito es positiva, tanto si se ha llegado a un acuerdo (la mayor parte de los casos) como si no.

 

Todavía no existe una cultura mediadora consolidada en nuestro país. Consideramos que esto cambiará en los próximos años, en cuanto las personas conozcan y confíen más en la mediación, que en definitiva ofrece una resolución más satisfactoria para ambas partes.

 

Nos parece un encuentro muy interesante para dar a conocer la dinámica de la mediación a los abogados, y que estos a su vez la puedan ofrecer a sus clientes de forma eficaz. El éxito de la mediación depende en gran parte de los abogados, ya que somos los que debemos explicar a nuestros clientes el uso y las bondades de la mediación, como una vía más para resolver los conflictos con los que acuden a nuestro despacho a solicitar consejo.