Entrevista a Emilio Ortiz Arévalo y David Martí Romeu, Socio Director y colaborador, respectivamente de Emilio Ortiz Abogados
"Cerca de 40.000 españoles llevan implantes de un mismo fabricante perjudiciales para la salud"
Emilio Ortiz Arévalo consiguió en 2013 la primera sentencia condenatoria en Europa contra la multinacional Johnson and Johnson, después de que hubiese implantado en todo el mundo, entre 2005 y 2010, 93.000 prótesis de cadera defectuosas, 3.000 en España.
-¿En qué punto se encuentran las sucesivas demandas presentadas por la prótesis de cadera defectuosas y qué valoración hacen desde su despacho?
Afortunadamente la justicia está dando la razón a las demandas interpuestas por nuestros clientes aunque el fabricante sigue recurriendo. Nosotros todavía nos preguntamos cómo pudo ser que una prótesis cuyo uso se prohibió en Estados Unidos en 2009 continuase implantándose en pacientes europeos hasta agosto del 2010 con la connivencia de las autoridades sanitarias europeas y españolas responsables.
-¿Fue complicado dar con los responsables?
Mucho. Los entramados societarios de estas grandes multinacionales lo hacen muy complicado y tienen recursos jurídicos para exonerarse de la evidente responsabilidad que les incumbe. Además algunas son empresas que facturan lo mismo que el PIB español, por lo que tienen recursos para hacer frente a los desastres que provocan.
-¿Qué contraindicaciones producía la prótesis de cadera defectuosa ASR?
Las prótesis liberaban unas partículas de metales (cromo, cobalto y molibdeno) que incrementaban mucho su presencia en la sangre y podían provocar una importante destrucción de los tejidos de la zona y podría acabar con amputaciones funcionales con riesgo de cáncer a medio y largo plazo.
-¿Cree usted que los estamentos responsables han tomado medidas?
Le responderé con un dato. A raíz del escándalo de las prótesis metal-metal, al menos cuatro de las nueve principales compañías más importantes del mundo que las comercializaban las han retirado, lo mismo que pasó con los implantes mamarios PIP. Además la Comisión Europea y las agencias de medicamento correspondientes aúnan esfuerzos para modificar instrumentos como el Libro Verde y controlando las autocertificaciones que eran prácticas habituales de las compañías. En España, algunas comunidades autónomas, están creando registros de implantes como mecanismos de control durante la producción y la postproducción. Aún así debo decirle que en lo que a control se refiere las cosas se han hecho muy mal.
-¿A qué ser refiere?
Ojalá me equivoque, pero en lo que a prótesis e implantes se refiere vemos un futuro bastante incierto para empresas que han producido, o están permitiendo producir o manipular sus productos sin el control ni el rigor adecuado. Nosotros mismos estamos detrás de un tema por el que creemos que cerca de 40.000 españoles llevan implantes perjudiciales para la salud y que son comercializados por el mismo holding empresarial.
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