
Facturación energética eficiente
Que estamos atravesando una larga y grave crisis económica lo sabemos y lo sufrimos; que los consumos energéticos son una baza para conseguir ahorrar, también. Entonces, ¿por qué muchas empresas no actúan para reducir sus facturas? La respuesta en muchos casos está en el simple hecho de no saber a quién acudir: un gestor energético capaz de analizar su caso, llevar a cabo la consultoría oportuna y ponerle sobre la mesa una propuesta energética más eficiente.
A ello se dedica y con gran éxito Assinsta.
En julio de 2009 el Gobierno finalizaba el proceso de liberalización del mercado eléctrico, dibujándose un nuevo escenario en el que el consumidor tenía la opción de solicitar oferta económica con las diferentes comercializadoras, mientras que antes sólo se podía contratar el suministro con la distribuidora. Esto abría el camino a la comparativa de precios y servicios con un claro objetivo: reducir el coste de la factura energética.
Ante esta nueva realidad, y en previsión de que la figura del asesor energético iba a tomar forma, en 2007 nacía Assinsta, una consultoría energética perteneciente a un grupo empresarial dedicado, entre otras actividades, a instalaciones de distribución de energía eléctrica, telecomunicaciones y mantenimiento integral de edificios corporativos. Su director general, Jaume Sánchez, explica que la idea fue la de crear “una compañía que ofreciera, no sólo la negociación de los contratos de electricidad, sino también la gestión energética y control económico de los activos energéticos, de forma que el cliente se despreocupe de lo que, históricamente, ha sido un procedimiento engorroso para los diferentes departamentos, tanto técnicos como contables”. En la actualidad Assinsta presta sus servicios a diferentes entidades bancarias, grupos sanitarios y promotoras inmobiliarias, entre otros clientes.
Gestión energética profesional
Assinsta se mueve en el campo de la energía, de las telecomunicaciones y del mantenimiento integral de edificios corporativos. Sus servicios, aunque están pensados para edificios corporativos o clientes multipunto, como por ejemplo la banca, pueden ser aplicables a cualquier empresa. La idea es simple: consiste en gestionar mediante un único interlocutor todos los activos relacionados con la energía de una corporación, de forma que la empresa adjudicataria gestione de manera eficiente todos los componentes del entramado energético, optimizando los consumos mediante medidas de eficiencia energética, un correcto mantenimiento de las instalaciones, especialmente las de climatización, de forma que se alargue su vida útil prolongando así los periodos de amortización.
Una vez establecidas estas pautas, se establece un correcto diagnóstico tarifario, en el que se observarán los diferentes patrones de consumos en función de las franjas horarias y puntas de consumo.
La estructura empresarial interna de Assinsta funciona fundamentalmente por diferentes equipos de trabajo, compuestos cada uno de ellos por un asesor energético y cuatro gestores energéticos. El asesor es la persona responsable de realizar los análisis tarifarios y diseñar las auditorías energéticas. Una vez establecidos los criterios a seguir, son los gestores los encargados de gestionar la cartera energética del cliente de forma continuada, siempre bajo la supervisión del asesor.
Ahorro y beneficios medioambientales
El ahorro en las empresas se obtiene fundamentalmente por dos vías: la primera es mediante auditorías energéticas acompañadas de estudios de eficiencia energética, específicos para cada cliente en función de sus hábitos habituales de consumo. Todo ello con el único objetivo de que las empresas puedan continuar ofreciendo los mismos servicios y ritmos de productividad, pero con el mínimo coste posible. Para muchas empresas –asegura el responsable de Assinsta– “el coste de la energía es el segundo gasto más importante, después del de recursos humanos”.
La segunda sería un correcto diagnóstico tarifario. Una vez establecidas las medidas de eficiencia energética, se realiza un análisis tarifario en el que se evalúan en las diferentes franjas horarias los volúmenes de consumo, de forma que se puedan optimizar al máximo las diferentes ofertas que ofrecen la diferentes comercializadoras. Finalmente también se ajusta la potencia contratada a la estrictamente necesaria en función de los resultados obtenidos en los análisis de red previamente realizados.
Una vez implantadas físicamente las medidas de ahorro energético –explica Jaume Sánchez– “los resultados económicos son inmediatos, aunque hay que establecer unos periodos de entre 1 y 5 años de amortización según las inversiones realizadas. No importa su volumen: cualquier empresa o negocio por pequeño que sea puede tener un gran potencial de ahorro. En Assinsta calculamos que las compañías podrían ahorrar entre un 15% y un 40% del consumo y entre un 5% y un 8% de facturación”. Además, como hoy en día los contratos eléctricos del mercado libre suelen tener una vigencia de un año, cuando faltan pocos meses para el vencimiento Assinsta realiza un sondeo de mercado para conocer las tendencias del pool y renegocia de nuevo las condiciones con las diferentes comercializadoras.
Los beneficios de una correcta gestión energética son también importantes desde el punto de vista medioambiental. “Todos sabemos sobradamente que la eficiencia energética es uno de los caminos más adecuados para reducir las emisiones de CO2, especialmente en los consumos de gas ya que la reducción de emisiones es directa, pero también en la electricidad que, de forma indirecta, reduce las emisiones de óxido de nitrógeno, azufre y otros componentes orgánicos volátiles”.