Artur Martí, Vicepresidente de AGC
Seguridad infantil en los coches: evitar males mayores
Un estudio revela que el 23% de los menores viaja sin sistemas de retención
Tres de cada cuatro muertes y nueve de cada diez lesiones podrían evitarse con la utilización de dispositivos de seguridad infantil en los vehículos. Así lo afirma la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Universidad de Zaragoza en un estudio realizado por el Real Automóvil Club de España (Race) y de Cataluña (Racc) sobre la seguridad de las sillas infantiles en los coches.
El estudio refleja, además, que España se sitúa a la cola de los países de la Unión Europea en cuanto a seguridad infantil en las carreteras. Cada día mueren o resultan heridos una media 1,6 niños en España a causa de los accidentes de tráfico, según datos de la DGT. Sólo Portugal, Grecia, Francia y Luxemburgo tienen una tasa de mortalidad infantil por accidentes en la carretera superior a la española.
Según estadísticas europeas recogidas en el informe, España se encuentra cinco puntos por encima de la media europea de mortalidad infantil en accidentes de tráfico, que se sitúa en 2,6 niños muertos por cada 100.000 habitantes. Asimismo, el informe recoge que los conductores españoles tienen una baja concienciación sobre el uso de sillas infantiles en los vehículos, especialmente a partir de los tres años.
El Real Decreto 965/2006, de 1 de septiembre modifica el Reglamento General de Circulación aprobado por Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre. Este nuevo Real Decreto implementa medidas encaminadas a reforzar la protección de usuarios que resultan especialmente vulnerables por razón de su edad y de su talla corporal, introduciendo un mayor rigor en la utilización de los dispositivos de seguridad que tan eficazmente contribuyen a reducir la gravedad de las lesiones en estos casos.
Siete de cada diez adultos
no conocen la normativa
Según el artículo 117, del nuevo Reglamento General de Circulación, y respecto de los asientos delanteros del vehículo, queda prohibido circular con menores de doce años situados en los asientos delanteros del vehículo, salvo que utilicen dispositivos homologados al efecto. Excepcionalmente, cuando su estatura sea igual o superior a 135 centímetros, los menores de doce años podrán utilizar como tal dispositivo el propio cinturón de seguridad para adultos de que estén dotados los asientos delanteros.
Respecto de los asientos traseros del vehículo, el nuevo Reglamento obliga a las personas cuya estatura no alcance los 135 centímetros a utilizar obligatoriamente un dispositivo de retención homologado adaptado a su talla y a su peso. Asimismo las personas cuya estatura sea igual o superior a 135 centímetros y no supere los 150 centímetros, podrán utilizar indistintamente un dispositivo de retención homologado adaptado a su talla y a su peso o el cinturón de seguridad para adultos.
Los niños no podrán utilizar un dispositivo de retención orientado hacia atrás instalado en un asiento del pasajero protegido con un airbag frontal, a menos que haya sido desactivado, condición que se cumplirá también en el caso de que dicho airbag se haya desactivado adecuadamente de forma automática. Además, los pasajeros de más de tres años de edad cuya estatura no alcance los 135 centímetros deberán utilizar los cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados instalados en los vehículos de más de nueve plazas, incluido el conductor, siempre que sean adecuados a su talla y peso.
Antes la normativa sólo se refería a los niños de 3 a 12 años de menos de 150 centímetros de estatura, ahora la norma se amplía a cualquier persona mayor de tres años que no alcance una estatura de 135 centímetros. Los menores de tres años ahora están siempre obligados a utilizar un sistema de sujeción homologado a su peso y talla.
Hemos de tener en cuenta que el uso del cinturón o de sistemas de seguridad homologados en ciudad, donde se va a velocidades más reducidas, puede marcar la diferencia entre resultar herido o ileso.
La ubicación en el vehículo y el uso incorrecto de los sistemas de retención pueden originar una lesión grave en el menor. Al viajar en la parte posterior del vehículo, y al sufrir el vehículo un accidente o una desaceleración brusca, el niño debido a su poco peso es proyectado hacia delante sufriendo en el mejor de los casos traumatismos craneales, faciales o torácicos, y en el peor, lesiones medulares. Si el menor viaja entre los asientos delanteros puede ser proyectado hacia delante golpeándose con la parte delantera del habitáculo o despedido al exterior a través del cristal parabrisas.
A modo de ejemplo pondremos un pasajero en el asiento posterior el cual pesa 50 kg, y el vehículo circula a 50 km/h, de repente este vehículo efectúa una reducción brusca de velocidad por un impacto, con lo que el pasajero se desplaza hacia los asientos delanteros produciendo una fuerza de 3000 kg. (prueba efectuada con un domi). Este es el accidente típico donde el pasajero acostumbra a ser un niño, el cual con su ubicación en el coche y el uso incorrecto de los elementos de seguridad, podrá dar lugar a lesiones, a veces de gravedad.
Finalmente, hay que evitar con relajarse en los recorridos urbanos, en los trayectos cortos o pensar que los niños ya son mayores. Los padres deben asegurar siempre a los menores que viajen en el vehículo con los sistemas de seguridad, vayan a la compra o al colegio.