
Entrevista a José Luis Segimón, Secretario General del Consejo de la Abogacía Española
"El abogado se ha convertido en el gestor de la actividad del ciudadano en la sociedad"
Al hilo de los datos que aporta este Barómetro de la Abogacía, en su opinión y a la vista del estudio, ¿qué imagen cree que trasciende a la sociedad de la abogacía y sus profesionales?
Si comparamos este barómetro con el que se hizo hace un par de años, los datos siguen marcando una tendencia bastante positiva. Nuestra profesión como institución es la octava más valorada de una veintena de actividades profesionales por la ciudadanía. La complejidad de nuestra sociedad ha hecho que el número de ciudadanos que ha utilizado los servicios de un abogado se haya incrementado considerablemente.
Otro de los datos a destacar es la valoración muy positiva que se hace del servicio que presta el letrado a su cliente, incluso tratando de evitar el pleito. Igual pasa con la conformidad de las minutas, hasta hace años un caballo de batalla discutible. Pero no debemos conformarnos con estos datos. El abogado es el gestor del tránsito del ciudadano en la sociedad y tiene que formarse permanentemente para ofrecer un servicio de primera calidad.
-En este estudio, se señala el interés del ciudadano para que el abogado le evite el pleito y busque un acuerdo extrajudicial. ¿Cuáles cree que van a ser las claves del desarrollo del arbitraje y mediación en nuestro país?
Respondiéndole a esta pregunta, voy a diferenciar dos aspectos. Es evidente que un buen abogado lo que primero busca, incluso minutos antes de entrar en el juzgado, es un acuerdo ventajoso para sus clientes. El porcentaje de asuntos contenciosos que llegan a un juzgado en comparación con los que lleva cualquier despacho de abogados es mínimo. Se busca el acuerdo extrajudicial, que en muchos casos es lo mejor para el cliente.
Respecto al desarrollo de las soluciones extrajudiciales en nuestro país, éste es un asunto todavía en ciernes. Nadie duda de las ventajas del arbitraje y de la calidad técnica de los laudos emitidos, y que cuaje depende de la disposición especialmente del abogado de empresa en esta materia.
-Otro tema clave en este momento es el acceso a la profesión de abogado. ¿Cuál es la postura del CGAE sobre este asunto?
Nuestra postura es muy clara. No basta con ser licenciado en Derecho para asumir la responsabilidad de ejercer la abogacía. Creemos que en esa línea es imprescindible potenciar el esfuerzo de las Escuelas de Práctica Jurídica, una entidad que poseen la mayor parte de los 83 Colegios de Abogados que hay en nuestro país. Estas entidades desarrollan una actividad formativa muy importante para cualquier letrado. Además, esperamos que se fortalezca la pasantía; de ella han salido ilustres abogados que todos tenemos en mente.
El abogado, como asesor del ciudadano, necesita de una formación general que debe dar la Universidad y de una formación práctica para el ejercicio profesional, que deben dar los profesionales, y también de un reciclaje en consonancia con la complejidad y evolución de la sociedad y los cambios legislativos. Hay que conocer la ley a fondo, todas sus posibles interpretaciones y estar abierto a campos como el de las nuevas tecnologías, donde en unos años se esperan avances muy importantes.
-También se ha comentado mucho la nueva regulación laboral de los despachos de abogados. ¿Cómo cree que se van a adaptar a este nuevo marco los bufetes españoles?
En los últimos años el desarrollo de la Abogacía en nuestro país ha sido grande, pero también es verdad que esta regulación no va a afectar por igual a todo el colectivo de abogados. Según nuestros datos más del 70% de nuestros profesionales ejerce la profesión de forma individual o con algún compañero, como ejercicio independiente. Por ello, la citada regulación laboral influye en el 30% restante. Se trata de decidir si la relación laboral es por cuenta ajena o por cuenta propia. Quizás los más afectados por esta cuestión son los grandes despachos, pero, aunque importante, no deja de ser una minoría en comparación con todo nuestro colectivo.
____________
El Consejo, motor de la abogacía
-En un contexto tan dinámico como es nuestra sociedad, ¿podría decirnos como ha evolucionado el papel del Consejo de la Abogacía a lo largo de sus ya más de 50 años de vida?
Nuestra entidad es el reflejo de la sociedad y de las inquietudes de los 83 colegios de abogados que hay en España. Podría citarle a muchos de ellos, pero eso sería denostar el trabajo de todos nuestros compañeros. No sería justo, por ello. El papel de un colegio de abogados en una ciudad pequeña es tan importante como en las grandes ciudades. Que nadie tenga ninguna duda sobre ello.
El Consejo de la Abogacía se encuentra en permanente diálogo con la Administración, el poder judicial y cualquier estamento representativo de la sociedad. En este contexto, y como idea de nuestro presidente, Carlos Carnicer, se ha puesto en marcha el Foro por la Justicia, entidad que aglutina al colectivo de asociaciones jurídicas y judiciales de nuestro país. Su trabajo está siendo notable y algunas de sus recomendaciones ya han sido recogidas desde el propio Ministerio de Justicia.