Dr. Enrique Alemán, Especialista en Cirugía de estrabismos y Oculoplástica del Centro de Oftalmología Bonafonte
La oftalmología pediátrica: problemas oculares y diagnóstico
En la actualidad, la oftalmología pediátrica está considerada como una especialidad de la oftalmología de gran importancia. El conjunto de posibles afecciones en la función visual del niño obliga a una especialización por parte del oftalmólogo y a la creación de servicios de oftalmopediatría que permitan una estrecha relación entre el pediatra y el oftalmólogo pediatra.
La necesidad de un diagnóstico precoz
La patología en el niño, a diferencia del adulto, se produce en una fase de desarrollo y cualquier anomalía, como por ejemplo, la desviación de los ojos, la opacidad en los medios oculares (cataratas), los defectos refractivos, pueden dar lugar a una detención parcial o total del desarrollo visual. Además, siempre esta alteración visual será más grave cuanto menor es el niño, por lo que es evidente que el estudio y exploración debe ser precoz para poder llegar así a un diagnóstico precoz. Los medios actuales orientados a la exploración de un niño permiten obtener exámenes suficientemente fiables de cara a la obtención de un diagnóstico muy puntual.
Recomendaciones generales
Es recomendable llevar al niño a la consulta del oftalmólogo pediatra cuando desvía los ojos (inmediatamente a la aparición de la desviación, aun cuando ésta sea intermitente), cuando tenga antecedentes de padres con defectos visuales (miopía, astigmatismo, hipermetropía; ello es recomendable a partir de los tres años), cuando tenga antecedentes de padres o familiares directos con estrabismo u ojo vago (recomendable a partir de los dos años de nacidos) y cuando tenga antecedentes de prematuridad, estancia en incubadoras, partos asistidos por fórceps, antecedentes de enfermedades infecciosas maternas durante el embarazo o de personas próximas a la embarazada (rubeola, parotiditis). En este caso se recomienda ir a la consulta del oftalmólogo pediatra a partir de los dos años.
AFECCIONES OCULARES MÁS FRECUENTES EN LOS NIÑOS
Miopía
El ojo miope enfoca las imágenes delante de la retina por un aumento del eje anteroposterior del ojo (ojo grande), o siendo el ojo de tamaño normal los índices de refracción de la córnea o del cristalino están aumentados, denominándose en este caso miopía refractiva. En ambas circunstancias el niño ve mal de lejos y clínicamente se manifiesta cuando éste se acerca a los textos, guiña los ojos al fijar objetos alejados o se acerca para ver la pantalla de televisión.
Hipermetropía
El hipermétrope enfoca las imágenes detrás de la retina, por el acortamiento del ojo (ojo pequeño) o por una capacidad refractiva disminuida. La capacidad visual de cerca está disminuida y para poder mejorar su capacidad de visión debe forzar el mecanismo de acomodación del cristalino y así modificar su curvatura. El esfuerzo continuado, para mantener esta acomodación, origina diversos signos como sensación de picor y enrojecimiento ocular con molestia de la luz (fotofobia) al intentar la lectura prolongada, dolores de cabeza, pereza en la lectura y dificultad en la lectura y escritura.
Astigmatismo
Es un defecto caracterizado por una variación del poder refractivo en los diferentes meridianos oculares; la mayoría de los astigmatismos se deben a alteraciones en la curvatura corneal. El astigmatismo produce una visión borrosa y distorsionada de lejos y cerca. Suele manifestarse por la tendencia del niño a acercarse a los objetos alejados y tener dificultad en la lectura con picor ocular, enrojecimiento ocular y sensación de arenilla.
Estrabismo
Es la pérdida del paralelismo ocular; en un número importante se produce por un problema de acomodación ocular relacionado con un defecto de refracción. En muchos casos, la corrección del defecto de refracción resuelve satisfactoriamente la desviación, esta circunstancia positiva obliga a los padres a llevar a sus hijos casi inmediatamente a la visita del oftalmólogo. Retrasar la visita crea un conjunto de anormalidades funcionales como la pérdida de la agudeza visual del ojo desviado (ojo vago), y musculares que con frecuencia obligan a una posterior intervención quirúrgica.
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EL CENTRO
El Centro de Oftalmología Bonafonte, situado en el Pasaje Méndez Vigo 6, de Barcelona, está autorizado por la Dirección de Recursos Sanitarios del Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Catalunya para efectuar todo tipo de intervenciones oculares, y está especializado, entre otras, en la oftalmología pediátrica. El Centro está equipado con la tecnología más avanzada en la especialidad y ofrece una evaluación integral del sistema ocular, contando con un equipo especialmente preparado para evaluar y tratar los diferentes campos de la especialidad.