Entrevista a Rubén Candela, Presidente de la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ASESORES FISCALES
"Sería deseable regular el ejercicio de la profesión de asesor fiscal"
-¿Qué actividades fundamentales lleva a cabo la AEDAF?
En cuanto a formación se organizan en toda España multitud de actividades, encuentros, un Congreso nacional cada dos años, etc. Hace unas semanas clausuramos un encuentro anual en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, que va ya por su novena edición, sobre temas de actualidad tributaria. Por otra parte, coorganizamos con el Consejo del Poder Judicial una jornada anual en la que asesores y magistrados intercambiamos opiniones, puntos de vista etc. A nivel internacional la AEDAF es miembro de la CFE (la asociación europea), del ILADT, etc. y participa activamente en sus actividades y decisiones.
-¿Ofrecen también otros servicios de utilidad a sus socios?
Una de las herramientas más potentes que la AEDAF pone a disposición de sus asociados en su página web que cuenta con las bases de datos más potentes del mercado, tanto de legislación como de jurisprudencia y consultas. En la misma página funciona también, exclusivamente para asociados, un foro de debate en el que se plantean cuestiones de interés que son ampliamente analizadas por todo el colectivo.
-¿Qué implicaciones está teniendo en la profesión de asesor tributario la dinámica de internacionalización de las pymes españolas?
Pues la necesidad de formarse en fiscalidad internacional. Hace unos años era casi impensable esta dinámica, pero hoy te ves obligado a conocer cómo funciona el impuesto sobre sociedades en Irlanda, por ejemplo. Para esto funciona muy bien un registro creado por la CFE, que otorga diplomas de lo que podríamos llamar asesor fiscal homologado. Lo pueden obtener aquellos miembros de las organizaciones que forman parte de la CFE y además, así se pueden contactar con compañeros de otros países con los que establecemos convenios de colaboración.
-Hace más de un año que se está aplicando la nueva ley general tributaria. ¿Cuál es su valoración en cuanto a la incidencia en la actividad empresarial en contenidos y práctica de aplicación?
La nueva LGT, como en general toda la normativa que va saliendo, incrementa significativamente las obligaciones formales de los contribuyentes, sobre todo de empresarios y profesionales, y sería deseable que la Administración resolviera sus problemas sin echar sobre los hombros de las empresas cada vez más obligaciones. En definitiva, eso es restarles competitividad al obligarles a destinar recursos para atender estas demandas.
-¿Cuál cree que es el futuro del Asesor Fiscal?
Creo que van a existir muchas posibilidades, pero básicamente se reducen o bien a despachos medianos que conocen muy de cerca al cliente y le prestan un servicio de asesoramiento integral o bien las grandes firmas, con profesionales muy especializados en materias concretas. Lo que sí parece que sería deseable estudiar es la forma de regular el ejercicio de la profesión. No tiene regulación legal alguna, con lo que cualquiera puede llamarse asesor fiscal sin necesidad de acreditar título previo ni formación mínima. Y la fiscalidad es lo suficientemente importante como para que el contribuyente pueda tener la seguridad de que le está atendiendo un buen profesional.