
Entrevista a Esther Sànchez y Jordi Saguer, de Grup Esther Interiorista S.L.
"El interiorista reconoce lo que quiere el cliente y le ayuda a conseguir algo a lo que éste no sabe cómo llegar"
Tras más de 18 años asesorando a particulares y empresas en diseño y arquitectura de interiores, Grup Esther Interiorista cuenta, desde hace más de un año, con un local propio. Se trata de un showroom ubicado en el centro histórico de Mataró en el que Esther Sànchez y Jordi Saguer muestran las últimas tendencias en interiorismo recogidas por todo el mundo en sus numerosos viajes y que adaptan a su reconocido estilo propio.
-¿Qué les ha llevado a crear un espacio propio?
Ha sido una evolución natural ligada a la calidad del servicio que queremos ofrecer a nuestros clientes. Desde este espacio nos es más fácil conseguir la gestión integral de los proyectos, que en nuestro caso van desde preguntarle al cliente cómo quiere que sea su casa a la entrega final de las llaves, pasando por todos los estadios posibles y con la mínima intervención de terceros. Es decir, que nosotros nos encargamos de todo. Por otro lado, aquí podemos mostrar muchos productos, ya sean textiles (moquetas, cortinas, tapicerías), cerámicos (azulejos, gres, mármol), muebles de cocina, butacas, sofás, etc.
-¿Y por qué Mataró y no Barcelona?
Creemos que en Mataró y en las poblaciones limítrofes, que suman hasta 500.000 personas, tenemos un nicho de mercado importante. Nuestro ámbito de actuación es nacional, aunque nosotros podemos actuar en cualquier lugar del mundo, desde Londres hasta Singapur.
-¿Cuál es el estilo de su despacho, de Grup Esther Interiorista?
En cuanto a la arquitectura buscamos conseguir espacios diáfanos, sin barreras, recuperando si podemos las piezas originales, ya sean parquets, mosaicos, mármoles... En cuanto a los colores, apostamos por gamas naturales, colores imperfectos similares a los que hay en la naturaleza como tostados, verdes, etc. Nuestras iluminaciones están bien estudiadas y en los accesorios también apostamos siempre por texturas y materiales lo más naturales posibles. Creemos que nuestro estilo se cumple cuando el proyecto tiene una naturaleza atemporal.
-¿Cómo recuperan esos materiales originales?
Contamos con una red de artesanos nacionales e internacionales que trabajan para nosotros desde hace años. A veces es emocionante ver cómo carpinteros, ebanistas, herreros, ceramistas, etc. manipulan materiales dañados por el paso del tiempo y les devuelven el vigor original que encaja perfectamente en el nuevo diseño.
-Su estilo queda claro, pero tendrán clientes que querrán cosas diferentes, ¿no?
Por supuesto, tenemos clientes de otros países que prefieren gamas cromáticas más intensas o cortinajes o sofás de unos materiales que para nosotros, desde nuestra perspectiva mediterránea, parecen excesivos pero, en el fondo, es lo que desean y por ello debemos satisfacerles, respetando el trabajo bien hecho.
-La función del interiorista es un tema interesante.
Efectivamente. En nuestra opinión, el trabajo de interiorista, además de fusionar la realidad y el deseo del cliente, tiene una carga psicológica muy importante. Por un lado, somos los que debemos reconocer qué es lo que quiere el cliente y ayudarle a conseguirlo, ya que muchas veces éste no sabe cómo. Por otro lado, debemos ayudarle a superar determinadas preocupaciones que pueda generarle el proyecto.
-Además de la tienda de Mataró, ¿qué otros proyectos tiene Grup Esther Interiorista?
Queremos que la tienda sea un referente y que los clientes puedan visitarla y descubrir nuevos conceptos de interiorismo. Por otro lado, nuestra experiencia nos está permitiendo ampliar el ámbito de actuación, llevando nuestro modelo de diseño a locales de restauración, comercio y también a oficinas.
Ha sido una evolución natural ligada a la calidad del servicio que queremos ofrecer a nuestros clientes. Desde este espacio nos es más fácil conseguir la gestión integral de los proyectos, que en nuestro caso van desde preguntarle al cliente cómo quiere que sea su casa a la entrega final de las llaves, pasando por todos los estadios posibles y con la mínima intervención de terceros. Es decir, que nosotros nos encargamos de todo. Por otro lado, aquí podemos mostrar muchos productos, ya sean textiles (moquetas, cortinas, tapicerías), cerámicos (azulejos, gres, mármol), muebles de cocina, butacas, sofás, etc.
-¿Y por qué Mataró y no Barcelona?
Creemos que en Mataró y en las poblaciones limítrofes, que suman hasta 500.000 personas, tenemos un nicho de mercado importante. Nuestro ámbito de actuación es nacional, aunque nosotros podemos actuar en cualquier lugar del mundo, desde Londres hasta Singapur.
-¿Cuál es el estilo de su despacho, de Grup Esther Interiorista?
En cuanto a la arquitectura buscamos conseguir espacios diáfanos, sin barreras, recuperando si podemos las piezas originales, ya sean parquets, mosaicos, mármoles... En cuanto a los colores, apostamos por gamas naturales, colores imperfectos similares a los que hay en la naturaleza como tostados, verdes, etc. Nuestras iluminaciones están bien estudiadas y en los accesorios también apostamos siempre por texturas y materiales lo más naturales posibles. Creemos que nuestro estilo se cumple cuando el proyecto tiene una naturaleza atemporal.
-¿Cómo recuperan esos materiales originales?
Contamos con una red de artesanos nacionales e internacionales que trabajan para nosotros desde hace años. A veces es emocionante ver cómo carpinteros, ebanistas, herreros, ceramistas, etc. manipulan materiales dañados por el paso del tiempo y les devuelven el vigor original que encaja perfectamente en el nuevo diseño.
-Su estilo queda claro, pero tendrán clientes que querrán cosas diferentes, ¿no?
Por supuesto, tenemos clientes de otros países que prefieren gamas cromáticas más intensas o cortinajes o sofás de unos materiales que para nosotros, desde nuestra perspectiva mediterránea, parecen excesivos pero, en el fondo, es lo que desean y por ello debemos satisfacerles, respetando el trabajo bien hecho.
-La función del interiorista es un tema interesante.
Efectivamente. En nuestra opinión, el trabajo de interiorista, además de fusionar la realidad y el deseo del cliente, tiene una carga psicológica muy importante. Por un lado, somos los que debemos reconocer qué es lo que quiere el cliente y ayudarle a conseguirlo, ya que muchas veces éste no sabe cómo. Por otro lado, debemos ayudarle a superar determinadas preocupaciones que pueda generarle el proyecto.
-Además de la tienda de Mataró, ¿qué otros proyectos tiene Grup Esther Interiorista?
Queremos que la tienda sea un referente y que los clientes puedan visitarla y descubrir nuevos conceptos de interiorismo. Por otro lado, nuestra experiencia nos está permitiendo ampliar el ámbito de actuación, llevando nuestro modelo de diseño a locales de restauración, comercio y también a oficinas.