
Entrevista a Xavier García, Director de LAlguer Jardiners
"Tener un pequeño espacio verde en casa hace aumentar la calidad de vida"
Ofrecer soluciones creativas para ajardinar todo tipo de espacios exteriores -jardines, terrazas, balcones o despachos- a partir del estudio y análisis de dichos espacios. Ése es el objetivo que persigue LAlguer Jardiners, cuyos orígenes se remontan a 1990 y que empezó siendo una empresa dedicada al mantenimiento de jardines que, tiempo después, dio paso a una firma que busca siempre la satisfacción del cliente a través de la fusión de las distintas especies vegetales con materiales como la piedra, el hierro, la madera, el barro, etc. teniendo siempre en cuenta nuestro entorno mediterráneo.
-¿Cómo surgió la idea de dedicarse al mundo de la jardinería?
Llevo en el mundo de la jardinería desde los 16 años. Mi abuelo, de carácter payés, me trasmitió el amor por la naturaleza y el cultivo de rosales. Pese a la oposición inicial de mi padre, estudié en la escuela de jardinería Rubió i Tudurí. A los 17 años creé un primer jardín, y hasta ahora, que todavía me apasiona encontrar un espacio desnudo lleno de piedras y malas hierbas y vestirlo de manera elegante, sobria, recargada o bajo mínimos. Lo divertido es el resultado en función del deseo del cliente, sin dejar nunca de lado el orden, la armonía y el deseo de pisar y pasear ese jardín.
-¿Podría describir brevemente la evolución del negocio durante este tiempo?
Al principio, éramos una empresa de mantenimiento de jardines, pero pronto se reorientó a crear pequeños jardines, como terrazas, áticos y pequeños patios. Realmente, la jardinería estaba cambiando: se dejaban de construir grandes jardines de miles de metros cuadrados y se buscaba que todo el que dispusiera de un espacio mínimo tuviera acceso a la jardinería. Tener un pequeño espacio verde en tu casa o despacho hacía (y hace) aumentar la calidad de vida y la motivación laboral.
-¿A qué aspectos se debe prestar especial atención a la hora de montar un jardín?
Hay que tener en cuenta el espacio a ajardinar: no podemos poner árboles que crezcan mucho en espacios pequeños o grandes espacios con poca sombra. Se debe estudiar paso a paso el terreno, el espacio y calcular los tiempos para evitar crecimientos descompensados.
-Y en cuanto a las variedades que utilizan en sus jardines, ¿qué podría resaltar?
Después de muchos años utilizando especies extrañas y exóticas, me inclino más por las especies mediterráneas de nuestro entorno y que los jardines se parezcan más a la naturaleza que nos rodea, como si ésta hubiera entrado en nuestras casas. Además, presentan menos problemas respecto a enfermedades y, por lo tanto, descartamos tratamientos químicos. El jardín mediterráneo tiene un bajo coste en mantenimiento, tiene la facilidad de ser complementado con otros materiales como colañas de madera, variedad de piedras o áridos, agua en movimiento y objetos de hierro que pueden ofrecer un carácter con personalidad definida y que, al mezclarlo con especies de diferente textura, color y estructura, ofrezcan un magnífico resultado a la vista.
-Y en cuanto a las plagas de insectos que amenazan a los jardines, ¿qué me dice?
Es otro de los problemas que preocupan actualmente en nuestros jardines, y más si existen palmeras: el Picudo rojo ó Morrut de les Palmeres (Rhynchophorus ferrugineus), que está acabando con las palmeras de la costa mediterránea, especialmente con la palmera canaria Phoenix canariensis y la palmera datilera Phoenix dactylifera. Hablamos de ejemplares de más de cien años destruidos en pocas semanas. La lucha es difícil, pero en nuestros jardines hemos instalado unas trampas a base de feromonas que nos permiten cazar este depredador antes de que se instale en la palmera. El resultado es sorprendente: se acumulan semanalmente más de 10 coleópteros por trampa, lo cual es un éxito si tenemos en cuenta que procede del Sudeste asiático y aquí no tiene depredadores que puedan acabar con él.
-¿A qué otras crisis ha debido enfrentarse el sector en los últimos tiempos?
El tema preocupante al que con más incertidumbre nos estamos enfrentando es, desde hace tres años, la actual crisis económica. Un año antes, la Ley de la Sequía nos perjudicó notablemente, puesto que la demanda de jardinería disminuyó mucho. En tiempos de crisis hay que ser más creativos y persistentes si quieres seguir haciendo jardines. Nuevos retos, conceptos, materiales y formas en la manera de proyectar un jardín es lo que hace que podamos tirar hacia adelante.
Llevo en el mundo de la jardinería desde los 16 años. Mi abuelo, de carácter payés, me trasmitió el amor por la naturaleza y el cultivo de rosales. Pese a la oposición inicial de mi padre, estudié en la escuela de jardinería Rubió i Tudurí. A los 17 años creé un primer jardín, y hasta ahora, que todavía me apasiona encontrar un espacio desnudo lleno de piedras y malas hierbas y vestirlo de manera elegante, sobria, recargada o bajo mínimos. Lo divertido es el resultado en función del deseo del cliente, sin dejar nunca de lado el orden, la armonía y el deseo de pisar y pasear ese jardín.
-¿Podría describir brevemente la evolución del negocio durante este tiempo?
Al principio, éramos una empresa de mantenimiento de jardines, pero pronto se reorientó a crear pequeños jardines, como terrazas, áticos y pequeños patios. Realmente, la jardinería estaba cambiando: se dejaban de construir grandes jardines de miles de metros cuadrados y se buscaba que todo el que dispusiera de un espacio mínimo tuviera acceso a la jardinería. Tener un pequeño espacio verde en tu casa o despacho hacía (y hace) aumentar la calidad de vida y la motivación laboral.
-¿A qué aspectos se debe prestar especial atención a la hora de montar un jardín?
Hay que tener en cuenta el espacio a ajardinar: no podemos poner árboles que crezcan mucho en espacios pequeños o grandes espacios con poca sombra. Se debe estudiar paso a paso el terreno, el espacio y calcular los tiempos para evitar crecimientos descompensados.
-Y en cuanto a las variedades que utilizan en sus jardines, ¿qué podría resaltar?
Después de muchos años utilizando especies extrañas y exóticas, me inclino más por las especies mediterráneas de nuestro entorno y que los jardines se parezcan más a la naturaleza que nos rodea, como si ésta hubiera entrado en nuestras casas. Además, presentan menos problemas respecto a enfermedades y, por lo tanto, descartamos tratamientos químicos. El jardín mediterráneo tiene un bajo coste en mantenimiento, tiene la facilidad de ser complementado con otros materiales como colañas de madera, variedad de piedras o áridos, agua en movimiento y objetos de hierro que pueden ofrecer un carácter con personalidad definida y que, al mezclarlo con especies de diferente textura, color y estructura, ofrezcan un magnífico resultado a la vista.
-Y en cuanto a las plagas de insectos que amenazan a los jardines, ¿qué me dice?
Es otro de los problemas que preocupan actualmente en nuestros jardines, y más si existen palmeras: el Picudo rojo ó Morrut de les Palmeres (Rhynchophorus ferrugineus), que está acabando con las palmeras de la costa mediterránea, especialmente con la palmera canaria Phoenix canariensis y la palmera datilera Phoenix dactylifera. Hablamos de ejemplares de más de cien años destruidos en pocas semanas. La lucha es difícil, pero en nuestros jardines hemos instalado unas trampas a base de feromonas que nos permiten cazar este depredador antes de que se instale en la palmera. El resultado es sorprendente: se acumulan semanalmente más de 10 coleópteros por trampa, lo cual es un éxito si tenemos en cuenta que procede del Sudeste asiático y aquí no tiene depredadores que puedan acabar con él.
-¿A qué otras crisis ha debido enfrentarse el sector en los últimos tiempos?
El tema preocupante al que con más incertidumbre nos estamos enfrentando es, desde hace tres años, la actual crisis económica. Un año antes, la Ley de la Sequía nos perjudicó notablemente, puesto que la demanda de jardinería disminuyó mucho. En tiempos de crisis hay que ser más creativos y persistentes si quieres seguir haciendo jardines. Nuevos retos, conceptos, materiales y formas en la manera de proyectar un jardín es lo que hace que podamos tirar hacia adelante.